La historia del girófaro

El girófaro, una nueva herramienta de seguridad

La baliza giratoria se introdujo por primera vez a principios del siglo XX, como medio de señalización visual de un vehículo en una situación de emergencia o peligro. Las primeras balizas eran dispositivos mecánicos que utilizaban una lámpara giratoria accionada por un motor. El objetivo era hacer que un vehículo fuera más visible en la carretera, sobre todo en situaciones de emergencia como las de las ambulancias, los bomberos o la policía.

La evolución del giroscopio a través de los tiempos

La primera baliza real fue inventada en los años 50 por un ingeniero estadounidense que buscaba una forma de alertar a otros conductores de la presencia de un vehículo de emergencia. El sistema mecánico ha evolucionado con la introducción de lámparas estroboscópicas y tecnología LED, que proporcionan una mejor visibilidad y un menor consumo de energía.

A lo largo de los años, las balizas se han ido incorporando a una gran variedad de vehículos, convirtiéndose en esenciales para la seguridad pública, así como para los profesionales que trabajan en las carreteras o cerca de ellas.

Hoy en día, su papel es crucial para señalar cualquier situación potencialmente peligrosa y garantizar la seguridad de los intervinientes y de los demás usuarios de la carretera.

¿Y mañana? ¿Es obligatoria la baliza intermitente?

En los próximos años, está claro que la baliza giratoria autónoma podría ser obligatoria en Francia, como lo es en España, donde la legislación exigirá este nuevo equipamiento de seguridad a partir de enero de 2026.